Las ofensas que más hieren al Inmaculado Corazón de María, según le dijo el Señor a Sor Lucía ( Fátima ), diciéndole que no hay nadie que haga un acto de reparación son:
- Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.
- Contra su virginidad.
- Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.
- Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.
- Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.
REPARACIÓN
La reparación consiste en obtener el perdón de las almas que ofenden al Inmaculado Corazón.
“Dicho perdón se obtiene” con la promesa de los cinco primeros sábados, como dijo el Señor a sor Lucía.
LA GRAN PROMESA
La Virgen María dijo a sor Lucía:
"Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado,
- se confiesen,
- reciban la Sagrada Comunión,
- recen el Rosario
- y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario
con el fin de desagraviarme, les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación."
Son 5 sábados por ser 5 ofensas, de forma que en cada 1º sábado puede repararse una ofensa., Así en la comunión y oración, pedimos por dichas personas. Es decir al obtener el perdón de estas personas, desaparece el pecado y se devuelve así la Alegría a nuestra Madre.
Si alguien está llamado a reparar la 4ª ofensa son los “niños”.
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